...Entonces, estaba en el sillón sentada con una taza de café en las manos, viendo por la ventana como atardecía a cada segundo (los árboles eran más oscuros, las nubes se ponían entre rosado y salmón, o sea, no iba a llover de nuevo.) y pensando si mañana sería un día fenomenal, sólo porque sí podía serlo... y despúes de todo... en algo Él tenía razón... había que ser Protagonista y no víctima de la vida.
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