martes, 16 de abril de 2013
Me vuelo con los pájaros de Hitchcock y me estaciono por ahí, en algún atardecer anaranjado, ese excitante color que me sobresalta, cautivante, esotérico, templado... energizante, acá estoy y acepto ir en auto a ver las estrellas al cielo, acepto subir e ir a la playa, a hablar incoherencias o a simplemente estar, o sacar fotos de estrellas que tanto me maravillan.
Estuve cerca, estuve cerca y lejos y creo que ya no me interesa, mi otra parte me dice que añoro y espero que se cumpla, que me gustaría meterme en un globo y volarme, porque acá ya no entienden nada, porque la gente de pronto me pareció tan mala y tan idiota, porque en realidad todos son unos traicioneros y no valen la pena, porque hasta tú eras igual, se hundió el barco y te saliste volando, entró un poco de agua y corriste como una rata, como una rata...
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