lunes, 11 de mayo de 2009

Cuento n° 1


Ella lee una carta, una carta que en el fondo siempre sintió que llegaría justo en ese momento, y lo sintió en verdad, como si adivinara las palabras, como si adivinara sentimientos, sin embargo le fue difícil responder, porque creía que al escribir de vuelta, aquellas palabras serían filtradas y faltas de verdad, sólo palabras... palabras frías, de relaciones de negocios, lo que realmente nunca pensó que sería tan duro de vivir... entonces recordó una frase "vive tu día intensamente como si fuese el último" - si... es cierto, ¿que más malo podría pasar?. Actuó como si fuese el último día y no quiso dejar melodías en el tintero, probablemente nunca sería como antes, y nunca podría recuperar maravillosos tiempos perdidos, porque ya existían barreras que no lo permitirían.


Es extraño, es tan extraño...
sé que la mitad de mi ser "racional" podría estar sentida-enojada-decepcionada y sin fin de cosas, pero esta vez me la ganó, alguna fuerza indescriptible...

En este tema ya no puedo ser consecuente, sólo seré sincera y "emocional" dejaré atrás mi mentalidad racional y sólo puedo decirte que...

Que quiera o no me haces falta, y aunque no lo creas, siempre me has hecho falta, quizás ni siquiera te importe ésto, pero necesito decírtelo, el cariño suplente del que hablas, efectivamente es mucho, es muchísimo, incluso cayendo en la sobre protección, pero... me haces falta, aunque ni yo pueda entenderlo sabes...

La verdad, cada vez es más diferente ver a una niña chica y su padre en la plaza, jugando con un globo o comprando algodón de azúcar... es como si una imagen se detuviera y pasara lentamente, tan lento como si debiera entenderla, una y otra vez... y me arrancaran un trozo de corazón...

Ya no quiero hablar del pasado ni los problemas ni verdades, sólo que no quisiera acabar sin antes poder decir Papá? creo que no es tanto pedir o si...

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